miércoles, 23 de enero de 2008

S.H.A. Conceptos Basicos

Lesion de Trabajo: Es toda lesión funcional o corporal, permanente o temporal, inmediata o posterior, o la muerte, resultante de la violencia de un agente externo que puede ser determinado y sobrevenida en el curso del trabajo.
Peligro: Es una condición física, química, biológica y ergonómica que tiene potencial para causar daño a las personas, a las propiedades, y/o al ambiente; son condiciones, propiedades, o características inherentes a la materia, energia, actividad, actitud, o proceso, con potencial de causar daños a las personas, propiedades y /o al ambiente.
Riesgo: Termino que combina la probabilidad de que ocurra un evento no deseado, peligroso y sus consecuencias. se define como la medida de la posibilidad y magnitud de efectos adversos, incluyendo lesiones personales, enfermedades, perdidas económicas, o ambientales.
R= Probabilidad x Consecuencia = P x C.
R= Riesgo.
P= Probabilidad de Ocurrencia.
C= Severidad de las Consecuencias.
Enfoques de Riesgo:
  1. Riesgo de Seguridad.
  2. Riesgo de la Salud.
  3. Riesgo Ecológicos y Ambientales.
  4. Riesgo de Bienestar Público.
  5. Riesgo Financiero.
  6. Carga de Trabajo.
  7. Organización del Trabajo.

Salud: Es un estado de equilibrio y bienestar físico, mental, y social. por lo tanto es la plena adaptación del ambiente de trabajo al ser vivo.

Salud Somática: Se refiere a las condiciones físicas y orgánicas como resultado del funcionamiento correcto del conjunto de células, tejidos, órganos y sistemas del cuerpo humano.

Salud Psíquica: Presupone unh equilibrio intelectual y emocional del individuo. Está intimamente relacionada con la salud somática en forma biyectiva.

Salud Social: Se refiere al entorno socio-economico y familiar del individuo. La salud somática y psíquica dependen en gran parte del estado de bienestar del individuo.

Dosis: Es la cantidad de energía o sustancia (contaminante) absorbida por unidad de volumen, que es suministrado o recibido por la población expuesta (en un órgano y por uno o varios individuos), existen contaminantes químicos, contaminantes físicos, tambien debe considerarse el periodo de tiempo al que ha estado expuesto el individuo a determinados factores.

domingo, 20 de enero de 2008

Clima Organizativo y Seguridad

En el estudio del clima de seguridad solo han sido tocados algunos de los problemas conceptuales y metodológicos que preocupan a los investigadores del clima de seguridad, La industria afronta nuevos desafíos en la creación y conservación de un medio ambiente de trabajo seguro y saludable, las exigencias de los clientes y los acuerdos comerciales influyen en las relaciones de las organizaciones empresariales, por esta razón se ha valorado, tanto el compromiso y el interés de la dirección en la seguridad en el trabajo, como el esfuerzo de los directivos en este campo, como elementos clave del sistema de seguridad. El compromiso de la dirección con la seguridad no es suficiente si se traduce en una actitud pasiva, solo un liderazgo ostensible y activo que fomente un clima favorable a la actuación garantiza el logro de la seguridad en el lugar de trabajo. La industria afronta nuevos desafíos en la creación y conservación de un medio ambiente de
trabajo seguro y saludable. Si se fomenta este tipo de clima dentro de la organización, el personal se motiva y
se vuelve más creativo y capaz de afrontar los nuevos problemas, desde esta perspectiva se crea un clima propicio para valorar la seguridad.

El estudio del clima laboral organización ha estado plagado de problemas teóricos, conceptuales
y de cuantificación. Es imprescindible abordar estos temas en el estudio del clima de seguridad para que el mismo siga siendo un tema válido de investigación y una herramienta eficaz de gestión, si se logran evaluar acertadamente las distintas facetas del clima de seguridad, la dirección puede utilizarlas para identificar
y evaluar posibles fuentes de problemas, un sistema de valoración del clima de seguridad puede servir de pauta en la elaboración de las políticas de seguridad en las organizaciones empresariales. Es un concepto relevante, con importantes repercusiones en la comprensión de la actuación de los trabajadores.

Se habla de dos tipos de climas el psicológico si se considera una realidad individual y el organizativo si no enfrentamos con una realidad organizativa, en el cual se refleja la percepción de las experiencias vividas en la empresa por parte de los trabajadores. Este ha servido para liberar al estudio del clima organizativo de sus problemas conceptuales y metodológicos. El clima organizativo se ha definido a menudo como la mera adición del clima psicológico presente en una organización buscando la manera para añadir las percepciones personales del entorno de trabajo y configurar la unidad social que representa la organización.

En las evaluaciones del clima psicológico se puede atribuir, tanto a errores aleatorios, como a factores esenciales. Cuando se pide a los trabajadores que informen del clima de la organización, al margen del clima psicológico o del que reina en su grupo de trabajo, se considera que muchos de los errores aleatorios y causas de sesgo se compensan entre sí al agregarse las medidas de la percepción en el ámbito de la organización. Por esto el uso de modelos estratificados sirve para distinguir entre el clima psicológico y el organizativo y además evaluar el peso relativo de ambos climas para su posterior manejo a beneficio de la organización.

En las organizaciones hay distintos climas en áreas diferentes. Como la seguridad, los servicios
las relaciones laborales internas la producción, la seguridad y la calidad. Si bien la referencia a un criterio permite en alguna medida centrar la elección de las dimensiones del clima, éste continúa siendo un término genérico muy amplio. No se ha alcanzado el nivel de refinamiento preciso para conocer qué
dimensiones de los procedimientos y prácticas coadyuvan a la comprensión de determinados criterios presentes en por ejemplo, grupos, cargos, funciones. Sin embargo, la exigencia de unos estudios
orientados a los criterios no excluye, por sí sola, la posibilidad de que un conjunto relativamente reducido de dimensiones pueda servir todavía para describir un entorno múltiple, al tiempo que cualquier dimensión específica se puede asociar positivamente a algunos criterios, no vinculados a otros y asociados negativamente a un tercer conjunto de resultados.

El clima organizativo lo podríamos resumir como un conjunto de percepciones comunes que tienen los trabajadores de su entorno de trabajo. Las percepciones del clima compendian, más la descripción que
hace una persona de sus experiencias en la organización, que su evaluación afectiva de lo experimentado, esto Implica que los trabajadores desarrollan una serie integrada de percepciones sobre los aspectos de la seguridad en sus respectivos entornos de trabajo. Estas percepciones se consideran un marco de referencia necesario para poder comparar la idoneidad de los comportamientos que influyen directamente en la actuación de los trabajadores en el ámbito de la seguridad.

La medición del clima de seguridad constituye una herramienta práctica que la dirección puede utilizar a un bajo coste para identificar y evaluar áreas potencialmente problemáticas. La información suministrada puede servir de pauta para la elaboración de una política de seguridad. Por tanto la modificación de los comportamientos y actitudes de la dirección son una condición previa de cualquier intento fructífero de mejorar los niveles de seguridad en las organizaciones industriales. La participación de la dirección se considera vital para la mejora del nivel de seguridad. Por otra parte, los métodos tradicionales se han revelado como escasamente eficaces Estos métodos se basan en elementos del tipo de los comités de seguridad, las normas de seguridad, el uso de eslóganes y carteles, y los incentivos y concursos de seguridad. En estos sistemas tradicionales la responsabilidad hacia la seguridad recae sobre un coordinador de staff al que se descarga de las funciones de línea y cuya labor se reduce casi exclusivamente a la inspección de los riesgos, el principal problema del sistema consiste en que no permite integrar la seguridad en el sistema de producción, lo que limita su capacidad para descubrir y solucionar las negligencias e insuficiencias
de la dirección que contribuyen a la producción de accidentes. De tal manera el compromiso y el apoyo de la dirección a la seguridad debe ser totalmente evidente, e indican, asimismo, que en la política de seguridad se deben abordar por igual las preocupaciones de la dirección y de los trabajadores, esto pueden constituir un medio adecuado de involucrar a los trabajadores en la detección y resolución de los problemas de seguridad.

El clima de seguridad se asocia estrechamente al espíritu de colaboración en la mejora de la seguridad en el trabajo, desarrollo de una ética del medio ambiente de trabajo, basada en principios igualitarios, y a la transformación del grupo de trabajo primario en una comunidad de trabajadores capaz de moldear el medio ambiente de trabajo. Otra herramienta eficaz son los comités que poseen facultades de decisión en diversas cuestiones asociadas a la política de prevención: elaboración del programa de servicios de salud, nombramiento del médico de la empresa, determinación de los peligros inminentes y desarrollo de los programas de información y formación. También esta encargado de supervisar la actividad de prevención en la organización; atiende las quejas de ambos agentes sociales; analiza e informa sobre los partes de accidente; registra los accidentes, lesiones, enfermedades y quejas de los trabajadores; analiza los informes y estadísticas; y brinda información sobre sus actividades. Por tanto, el lugar de trabajo precisa líderes con visión, capacidad de delegar poder y voluntad de generar cambios, las acciones de los mandos crean el clima de seguridad, deberán animar a todos los trabajadores a que vean más allá de sus respectivos puestos de trabajo, a cuidarse y cuidar de sus compañeros, difundir y ejercer el liderazgo en el ámbito de la seguridad.

Para fomentar este clima, los mandos necesitan percepción y discernimiento; motivación y capacidad de comunicación; una dedicación o identificación con el grupo que trascienda los intereses personales; fuerza de carácter; capacidad para inducir una reformulación de la cognición, elaborando y vendiendo nuevos conceptos e ideas; teniendo la capacidad para promover el compromiso y la participación; y una visión de futuro.

Hasta ahora no se ha formulado una definición concreta del concepto, la investigación futura debe centrarse en las unidades de análisis organizativas para la evaluación y el perfeccionamiento de la validez y fiabilidad del clima organizativo de la política de seguridad, y lo que el clima de seguridad tiene para la política de seguridad, hace que sea particularmente importante solucionar los problemas conceptuales y metodológicos. Es evidente que este concepto impone una revolución en la gestión de la seguridad. Un cambio en los comportamientos y actitudes de la dirección que se convierte en condición previa para lograr resultados en las áreas de trabajo.

El liderazgo es un reto y un proceso de delegación de poder en el que empresas y trabajadores incrementan, tanto su disposición a colaborar con un espíritu participativo, como su capacidad para escuchar y expresarse, para analizar los problemas y para crear consenso. De ello debe resultar una conciencia de comunidad y de eficacia personal. Empresas y trabajadores se beneficiarán por igual de este conocimiento y estas cualificaciones.

sábado, 19 de enero de 2008

Cultura y Gestión de la Seguridad

La gestión de la seguridad requiere darle a entender a los trabajadores y directivos la importancia que tiene para su integridad física dentro del área de trabajo pero para ello debe existir un interés y un nivel de atención mayor por parte de la dirección en lo que al campo de la seguridad se refiere además de crear cultura e implementarla, y de su participación en el control de riesgos, en todas las áreas de la organización. Los trabajadores desarrollan y utilizan la percepción que obtienen de sus directivos con el objeto de determinar lo que se espera de ellos en el entorno laboral, las percepciones que constituyen el clima de seguridad permiten evaluar validamente la reacción habitual de los trabajadores ante una característica organizativa generada social y culturalmente, el concepto de seguridad por parte de los encargados de hacerla cumplir debe comprender los siguientes aspectos:

los valores, creencias y principios en los que se basa el sistema de gestión de la seguridad.
la serie de comportamientos y prácticas que ilustran y refuerzan esos principios básicos.

Estos factores se marcan mas en la cultura de seguridad de cada entidad que en los mismos programas de seguridad, la connotación cultural de la aplicación de los programas valores y creencias sustentan la practica efectiva, determinan en buena medida el contenido y el efecto practico del programa. En lo siguiente podemos deducir que la alta dirección es un elemento clave cuyos principios y actuaciones en el campo de la seguridad en el trabajo contribuyen en gran medida a crear la cultura de seguridad de la organización, los mandos intermedios y supervisores también desempeñan una función sumamente importante en la dinámica cultural de la seguridad en el trabajo. El grado de intervención de los supervisores puede variar según sea su modo de participación, y los podemos dividir de la siguiente manera:
1. intervención jerárquica: orientada principalmente al control y evaluación del grupo de trabajadores que se encuentran bajo su supervisión generalmente es un sistema donde el autoritarismo del supervisor predomina y el poder del puesto se hace notar.
2. intervención participativa: en ella los supervisores permiten y promueven la participación de los trabajadores en la actividad de prevención de accidentes existiendo una interacción más abierta y dándole participación a los trabajadores para la detección de problemas, fallas y toma de decisiones.
3. intervención inexistente: Existe un pequeño porcentaje de empresas u organizaciones en las cuales los supervisores dejan la seguridad en manos de los trabajadores.

Podemos notar que existe una correlación entre las distintas modalidades de gestión y además una relación directa con los distintos tipos de liderazgo, que los mandos superiores ejercen en la seguridad en el trabajo de crear una cultura de seguridad orientada a las personas entre los directivos, intermedios, y los supervisores. Es posible que el problema se deba en parte a que el interés de la mayoría de los mandos inferiores está claramente centrado en la producción, y tienden a culpar a los trabajadores de los accidentes y fallos de la seguridad que se producen en el lugar de trabajo.
Los trabajadores suelen crear espontáneamente grupos de trabajo, allí es donde la organización del trabajo les ofrece unas condiciones favorables para intervenir en la gestión y regulación, formal e informal, de la seguridad en el lugar de trabajo. La dirección puede aprovechar este esquema de comportamiento de los trabajadores más orientado hacia las iniciativas de los grupos de trabajo en el campo de la seguridad y la capacidad de autogestión de los mismos, con objeto de promover la participación de la plantilla en la seguridad en el proceso de desarrollo de una cultura de seguridad en el lugar de trabajo.

La implicación activa de la dirección contribuye a motivar, tanto a los diversos niveles de la línea de mando al estimular su interés a través de la participación, como a los trabajadores, al mostrar la preocupación de la dirección por su bienestar.

Uno de los medios más eficaces de difundir los valores humanos y la filosofía orientada a las personas de la dirección consiste en participar en las actividades más visibles, como las inspecciones de seguridad en el lugar de trabajo y las reuniones con los trabajadores. A nivel de trabajadores de base, los equipos de trabajo que se sienten alentados por la dirección a practicar la seguridad en equipo y la autorregulación obtienen mejores resultados en el campo de la seguridad que los equipos sometidos a sistemas autoritarios y a la desintegración de su identidad, por tanto a través de los equipos de trabajo se constituye el medio más eficaz de materializar el cambio.

Esta concepción se traduce en una serie de medidas positivas dirigidas a la resolución de los tres principales problemas del proceso de cambio:

La resistencia de las personas al cambio.

La adaptación de los actuales sistemas formales de gestión para que sustenten el proceso de cambio.

El reajuste de los procesos informales tanto políticos como culturales, de la organización.

El liderazgo personal y estructural de los altos directivos aludido en el párrafo anterior puede contribuir a la resolución de los problemas en la gestión de la seguridad.

Otra herramienta útil para la difusión de una cultura de seguridad integral entre los trabajadores es la encuesta de percepción. Los trabajadores suelen conocer dónde residen los problemas de seguridad, pero, como nadie les pide su opinión, se resisten a participar en los programas de seguridad. Fomenta el interés de los trabajadores por la seguridad, al tiempo que brinda a la alta dirección una retroinformación que puede servir para mejorar la gestión del programa de seguridad.

La encuesta puede consistir en una entrevista combinada con un cuestionario que se suministra a la totalidad de la plantilla o a una muestra significativa de la misma El seguimiento de la encuesta es fundamental para el desarrollo de una cultura de seguridad integral. Una vez conocidos los datos, la alta dirección aborda el proceso de cambio mediante la creación de grupos de trabajo específicos en los que participa el personal de todos los niveles de la organización, incluidos los trabajadores. Esto permite valorar en profundidad los problemas identificados en la encuesta y formular recomendaciones sobre el modo de mejorar los aspectos perfectibles de la gestión de la seguridad.

Politicas de Seguridad, Liderazgo y Cultura

Cuando hablamos de Seguridad requerimos de varios factores determinantes que harán llevar a la mínima expresión los accidentes o incidentes dentro del área de trabajo estos factores son el liderazgo la cultura y las políticas de seguridad estas ultimas son de gran importancia pero no sirven de nada si no existe cultura y liderazgo dentro de la organización. No existe una formula exacta de elementos esenciales para preparar un programa de seguridad, generalmente los programas vienen dados por opiniones de un autor del pasado, por lo cual al no estar apoyadas por una investigación se da el caso de que funcionan para algunas organizaciones y para otras no. Analizando las investigaciones realizadas sobre la eficacia de los sistemas de seguridad, comprenderemos que, aunque existen numerosos elementos de seguridad aplicables a los resultados de la política de seguridad, la percepción de la cultura por parte del trabajador es lo que determina la eficacia o inoperancia de un determinado elemento. Si el trabajador observa cómo el número de directivos se reduce tanto que no hay supervisión, tienen la sensación de que la empresa se despreocupa de ellos, con el consiguiente deterioro de la cultura de seguridad. Por tal motivo es de gran relevancia el liderazgo, que supervise recompense y evalué cada una de las actividades realizadas.

Cuando hablamos de elementos esenciales nos damos cuenta que en los reglamentos de seguridad exigen a las organizaciones tener un programa de seguridad compuesto por un especifico numero de elementos y obviamente que alguno de los elementos prescritos no funcionan y suponen una pérdida de tiempo, trabajo y recursos que podrían aplicarse a tareas que contribuirían a reducir las pérdidas. Los resultados no están en función de los elementos considerados, sino del contexto cultural en que se aplican. La cultura de seguridad es positiva si los trabajadores creen sinceramente que la seguridad es uno de los valores principales de la organización y perciben que ocupa un lugar importante entre las prioridades de la misma. Se debe orientar en primer lugar a crear esa cultura, con objeto de que las medidas de seguridad que se establezcan produzcan resultados. Cuando existe una cultura de seguridad positiva cualquier programa de seguridad que se implante tendrá éxito, la plantilla sólo adquiere esta conciencia si la dirección es creíble. Mientras se le de participación a la toma de decisiones dentro de la empresa al trabajador y haya fluidez en la comunicación entre trabajadores y dirección, y además es reconocida la labor de los trabajadores entonces encontraremos una empresa proactiva y con buenas bases para crear una cultura de seguridad sólida.

Existen algunos criterios para tomar en cuenta al momento de crear una cultura positiva:

1. Es preciso establecer un sistema que sirva de cauce a la actividad cotidiana de los supervisores o de un equipo.
2. El sistema debe propiciar el desempeño de las tareas y responsabilidades de los mandos intermedios en las áreas siguientes:
• asegurar una conducta regular de los subordinados (supervisor o grupo);
• garantizar la calidad de esa conducta,
• realizar algunas actividades perfectamente definidas que muestren que la seguridad es tan importante que incluso los altos directivos hacen algo al respecto.
3. La alta dirección debe mostrar de forma ostensible, con su apoyo, que la seguridad disfruta de elevada prioridad en la organización.
4. Se debe permitir que todos los trabajadores que lo deseen participen en las principales actividades relacionadas con la seguridad.
5. El sistema de seguridad debe ser flexible y admitir alternativas en todos los niveles.
6. La plantilla debe valorar positivamente el trabajo de seguridad.